La pandemia de Covid-19 trajo consigo una serie de transformaciones en distintos ámbitos, y el mundo laboral es sin duda uno de los que más impactos ha tenido. La mayoría de los sistemas de seguridad social en América Latina están o estaban sobrepasados y los beneficiarios recurren cada vez más a servicios privados de salud que antes no usaban o usaban poco.
“La administración de los riesgos de salud es más importante que nunca”, asegura Marcela Flores, presidenta Ejecutiva de Lockton México y Líder de Beneficios en LATAM.
“Tras la irrupción del coronavirus, la incertidumbre en los pronósticos y la desviación en las predicciones actuariales están modificando dramáticamente la manera en que se renuevan las pólizas privadas de seguro, así como la implementación de nuevos programas de coberturas. Ahora más que nunca, el reto es comunicar de la mejor manera el riesgo a los empleados y empleadores y que las personas sean responsables de las decisiones que tomen. Es imprescindible educar e inculcar en los empleados la importancia de los beneficios que gozan y que previamente no veían relevantes o no tenían en consideración. Esta labor de comunicación con los colaboradores es vital”, puntualiza Marcela Flores.
En este mismo sentido en Argentina también se comenta que los líderes deben encontrar propósitos compartidos entre las personas y las organizaciones y potenciar la inteligencia colectiva para compartir nuevos objetivos y transmitirlos de manera empática, manteniendo respeto, igualdad y coherencia. Por ejemplo, en Latinoamérica, cuando se da un ascenso o promoción, los trabajadores ponen primero el bienestar de la familia que su carrera profesional, y eso es algo que los empleadores no deben pasar por alto.
Flexibilidad, un concepto clave
Tanto las organizaciones como los colaboradores experimentan nuevas necesidades a las que es indispensable adaptarse, y es preciso desarrollar estrategias y acciones que permitan proteger la continuidad de los negocios.
Un concepto clave que debe permear en los empleadores hoy en día es el de la flexibilidad.
Flexibilidad en las dinámicas de trabajo, en las pólizas de seguros, en las coberturas, pero sobre todo flexibilidad en los beneficios que las empresas ofrecen a sus trabajadores.
Marcela Flores reconoce que hoy es común que las empresas comiencen a evaluar cómo hacer más flexibles los beneficios, las compensaciones, los tiempos y hasta la elección del lugar para vivir.
Lo anterior cobra mayor relevancia en la era del Covid-19, e incluso en la etapa postpandemia, en la que el trabajo a distancia o home office ha marcado la pauta en las dinámicas laborales. En la región, las empresas pasaron del 15 por ciento al 60 por ciento de home office, en términos generales, y algunos empleados descubrieron que les gusta trabajar vía remota, señal de que vendrán más cambios laborales.
En América Latina, 91 por ciento de las empresas –en promedio– brindan a sus empleados la facilidad de trabajar desde casa. En Brasil la tasa es alta, con 95 por ciento, mientras que en México es de 79 por ciento, de acuerdo con los hallazgos de prevalencia de beneficios en Latinoamérica, encuesta realizada por Lockton en Latinoamérica.
Así mismo, Latinoamérica es la región del mundo con la mayor cantidad de tiempo invertido en conexiones de dispositivos móviles –sobre todo celulares–, ya sea por motivos de trabajo o para fines sociales. Ante tal exceso, hay países que están buscando leyes que obliguen a los empleadores a probar determinado tiempo de desconexión de sus empleados, es el caso de la regulación del teletrabajo en Argentina y Chile.
“Por ello es recomendable, sobre todo para las compañías transnacionales, allegarse de información respecto de cambios en las leyes y regulaciones locales. Pero aun sin un marco legal, es pertinente que en las políticas de las organizaciones y en la cultura empresarial se implementen prácticas que consideren la flexibilidad y el trabajo a distancia”, recomienda Marcela Flores, de Lockton México.
Una región, distintas culturas
El sondeo de prevalencia de beneficios en Latinoamérica implicó una primera acción regional coordinada, y los hallazgos son de gran utilidad para orientar los programas y procesos de las áreas de recursos humanos de las organizaciones, encaminadas hacia la retención y captura de nuevos talentos.
El sondeo dejó ver las diferencias en cada país en cuanto a las preferencias hacia ciertos beneficios. Por ejemplo, los contrastes entre México y Brasil son notorios en varios rubros. Uno de ellos es en la categoría de protección financiera: mientras los fondos de ahorro tienen en México una preferencia de 79%, en Brasil sólo es de 12%. O en la categoría de alimentos y comidas: para los brasileños las comidas tienen un porcentaje de preferencia de 96%, y para los mexicanos de 25%. O bien en la categoría de movilidad urbana en la que un espacio de estacionamiento en el lugar de trabajo tiene en Brasil una prevalencia de 73%, mientras en México es de 90%; lo mismo ocurre con el beneficio del auto de la empresa, que para los brasileños importa en un 49% y para los mexicanos un 71%.
Quizá una de las diferencias más marcadas sea en la categoría de asistencia financiera, pues aquí el permiso para el cuidado de los niños en Brasil tiene un valor de 75 puntos y en México tan sólo de 8.
Todo ello nos indica que hay diferencias culturales que deben ser tomadas en cuenta al momento de diseñar los planes de beneficios. Aun cuando las compañías transnacionales traten de otorgar condiciones similares o armonizar los beneficios que ofrecen a sus empleados en los distintos países en los que tienen presencia, es recomendable tomar en cuenta las diferencias culturales.
“La diversidad cultural se ha convertido en uno de los tópicos administrativos clave”, señala Marcela Flores, y de ahí la necesidad de evaluar si es mejor tener programas regionales o coberturas homogéneas en regiones específicas con ciertas similitudes o si hay lugares donde es mucho mejor mantener algo local para el mejor interés de los empleados.
Para ello es imprescindible hacer más análisis y tener información de manera constante, así como una más frecuente revisión, evaluación y –de ser necesario– rediseño de los programas, sin que en estos eventuales cambios se pierdan coberturas importantes.
Riesgos claros y seguridad efectiva
La irrupción del virus SARS-CoV-2 incrementó la inflación médica por encima de la inflación general en tres veces en la mayoría de los países.
De acuerdo con Marcela Flores, debido a la cobertura de seguridad social, muchas empresas no tienen coberturas adicionales completas en servicios médicos para los empleados. Pero a raíz de los efectos de la pandemia, las compañías están incorporando complementos, planes indemnizatorios, así como asistencia mental o psicológica.
Uno de los grandes inconvenientes, sin embargo, es la falta de claridad sobre si el Covid-19 es una enfermedad de trabajo o no. En México, por ejemplo, hay indefinición para determinar si un empleado se contagió debido a las condiciones de trabajo o simplemente pescó el virus como un riesgo inherente a la pandemia en general.
A estas complicaciones se suman otras que tienen que ver más con el futuro. Según el sondeo de beneficios en Latinoamérica, los planes privados de pensión son de los de menor prevalencia entre los beneficios “tradicionales”. En la región Latinoamérica es de 56%; en Brasil es del 68% y en México de 54%. Si a ello le añadimos que los trabajadores –al menos es el caso de los mexicanos–, ante la crisis, están recurriendo a retirar sus fondos para el retiro a fin de subsistir en el ahora, sin importarles que ese retiro parcial, no va a resolver su situación actual, y sí va a complicar su panorama hacia su vejez. De ahí la importancia de comunicar eficazmente a los empleados los riesgos existentes en el escenario presente y futuro.
Por otra parte, la pandemia vino a modificar el abanico de riesgos. El hecho de que buena parte de la población no acuda a la oficina no quiere decir que se extingan los riesgos, pues en el teletrabajo hay nuevos riesgos en casa, así como nuevos requerimientos de herramientas propias de la era actual.
Por otra parte, es necesario estar al tanto de los cambios legales que los ecos del Covid-19 han traído consigo en el mundo. Además de las citadas regulaciones al teletrabajo en Argentina y Chile, en Brasil, por ejemplo, se dieron cambios legales a raíz del abuso de las prescripciones médicas por la vía digital. Ahora se impulsa la necesidad de una exploración física presencial.
Es importante también tener en cuenta las características del modelo de negocios y de trabajo en la región Latinoamérica, que es un híbrido entre el modelo global y el tradicional, considerando siempre –como ya se ha expuesto– las diferencias culturales entre los países de la misma región.
De la mano del experto
Actualmente hay una necesidad de tomar las mejores decisiones para garantizar no sólo la continuidad de un negocio sino las mejores condiciones de seguridad y bienestar en el trabajo. Estas decisiones sólo pueden tener éxito si parten de un exhaustivo conocimiento de la realidad actual y de una aguda proyección de los escenarios futuros, sobre todo en materia laboral.
Por ello es aconsejable acercarse a un experto de la talla de Lockton. el corredor de seguros privado e independiente más grande del mundo. Al ser una empresa privada, actúan siempre con los mejores intereses de sus clientes, creando una dinámica totalmente distinta, una dinámica enfocada en su éxito.
En Lockton ofrecen servicios de Consultoría de Riesgos en Beneficios, Consultoría Actuarial, Administración de Riesgos, Seguros, Fianzas, Automóviles y Afinidad.
Con sede matriz en Estados Unidos y oficina de operación internacional en Londres, Lockton también se está expandiendo por toda Latinoamérica, pues además de las ya arraigadas sedes en México y Brasil, recientemente han abierto oficinas en Argentina, Perú, Uruguay y Chile.
“Nuestra principal característica es estar siempre muy cerca del cliente, para identificar y estudiar sus necesidades, a fin de plantear las mejores soluciones que permitan una continuidad exitosa de su negocio, y más ahora con la adversidad derivada de la pandemia de Covid 19. La consultoría especializada es hoy más que nunca necesaria para garantizar la tranquilidad y prosperidad de las empresas”, concluye Marcela Flores.